La inducción de la anestesia general es un proceso crítico y meticuloso realizado por un anestesiólogo. Una vez superada la evaluación preanestésica, estos son los pasos principales que se realizan el día de la intervención antes de la incisión quirúrgica:

  1. Comprobación de la evaluación preanestésica:
    • El día de la cirugía, el anestesiólogo reevalúa el estado de salud del paciente, revisa la valoración preanestésica en cuanto a su historial médico, medicaciones actuales, alergias, y cualquier problema anestésico previo, incluido problemas de manejo de la vía aérea.
    • Se confirma que el paciente ha seguido las recomendaciones dadas en la consulta de preanestesia: ayunas, suspensión o toma de determinados fármacos, indicación de no fumar y no consumir alcohol ni drogas
    • Se confirma la presencia del consentimiento informado del paciente (para la anestesia y en ocasiones, según el tipo de intervención, del consentimiento para transfusión de hemoderivados) y el tiempo de ayunas.
    • Se asegura la retirada de prótesis, lentillas, piercing, etc.
    • Se comprueban posibles dificultades en la realización de técnicas locoregionales o de manejo de la vía aérea.
  2. Preparación preoperatoria:
    • En el área preoperatoria o en quirófano, se realizan preparativos, que incluyen la colocación de una vía intravenosa (IV), y la comprobación de constantes vitales como la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la saturación de oxígeno y la temperatura.
    • Se administran medicamentos preanestésicos si son necesarios, como ansiolíticos o antiácidos.
    • Se valora la necesidad de una profilaxis antibiótica.
  3. Inducción de la anestesia:
    • En el quirófano, el anestesiólogo comienza la inducción, que a menudo se realiza mediante la administración de fármacos anestésicos intravenosos. Estos fármacos inducen rápidamente el estado de inconsciencia.
    • En algunos casos, también se utilizan agentes inhalados a través de una mascarilla facial (más frecuente en niños).
  4. Manejo de la vía aérea:
    • Una vez que el paciente está inconsciente, se asegura la vía aérea. Esto puede implicar la inserción de un tubo endotraqueal o el uso de una máscara laríngea, dependiendo del procedimiento y de la condición del paciente.
    • Este paso es crucial para garantizar que el paciente pueda respirar adecuadamente durante la cirugía.
  5. Mantenimiento de la anestesia:
    • La anestesia se mantiene con frecuencia con una combinación de agentes inhalados e intravenosos.
    • Durante este tiempo, el anestesiólogo monitoriza continuamente las constantes vitales del paciente, ajustando los medicamentos según sea necesario para mantener un nivel adecuado de anestesia.
  6. Colocación del paciente:
    • Antes de la incisión quirúrgica, el paciente se coloca en la posición adecuada para la cirugía, para evitar que se produzcan lesiones nerviosas o de tejidos blandos.
  7. Monitorización continua:
    • El anestesiólogo continúa monitorizando al paciente, controlando la profundidad de la anestesia, los signos vitales, la ventilación, y cualquier signo de reacción adversa a los anestésicos.

Estos pasos pueden variar ligeramente dependiendo del tipo de cirugía, la duración de la intervención, y las condiciones específicas del paciente. La seguridad y el bienestar del paciente son siempre la máxima prioridad en todo el proceso de anestesia general.

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por Aisamed

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